Un bálsamo limpiador acompañado de pañuelos de muselina (los cuales se utilizan para retirar la limpiadora y vienen incorporados en el envase) serán todo lo que necesites para un ritual de limpieza totalmente diferente a lo que has probado.
Elimina impurezas, descongestiona y tonifica la piel.
Sus beneficios: limpia sin resecar y elimina incluso los maquillajes más resistentes al agua, mejora la circulación gracias al aceite de clavo, el aceite de eucalipto drena toxinas, el tono mejora debido al aceite de lúpulo y el aceite de manzanilla egipcia consigue suavizar y calmar la piel.
Sirve para todo tipo de pieles, si os habéis asustado por sus aceites esenciales tranquilos, porque también está recomendada en pieles acneicas.

MODO DE APLICACIÓN

Utilizar una vez al día, fundamentalmente indicada para la noche.
Masajea una pequeña cantidad sobre la cara y el cuello secos; estamos haciendo una limpieza de la piel por lo que, evidentemente, no hace falta que retires nada, aplícalo directamente sobre el maquillaje del día. El propio calor de nuestra piel y el masajeo harán que se liberen todos los aceites esenciales que contiene la limpiadora para que penetren y actúen.
A continuación, sumerge la muselina en agua caliente, exprime el exceso de agua y extiéndela sobre el rostro y el cuello para retirar la limpiadora. Repite esta operación tres veces. La piel queda suave, calmada y tonificada para recibir después su tratamiento habitual.

INGREDIENTES

Aceite de Manzanilla Egipcia: suaviza y alisa la piel.
Aceite de Eucalipto: ayuda a descongestionar la piel y la mantiene radiante.
Aceite de Clavo: un antiséptico natural que favorece la luminosidad de la piel.
Aceite de Lúpulo: tonifica la piel.